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Foto del escritorGustavo Monforte

El Futuro Está en el Pasado: Soluciones Ancestrales para la Producción de Alimentos en un Clima Extremo

Actualizado: 23 sept


Hace apenas unos siglos, casi toda la humanidad estaba directamente involucrada en la producción de sus propios alimentos, ya fuera como agricultores o pastores. Hoy en día, menos del 1% de la población sabe cómo cultivar o criar ganado. La desconexión entre la sociedad y el origen de su comida es alarmante, especialmente cuando nos enfrentamos a múltiples crisis: climáticas, sociales y económicas. Sequías extremas, inundaciones y otros eventos disruptivos están poniendo en peligro la seguridad alimentaria, y la realidad es que debemos recuperar habilidades ancestrales, pero ahora bajo condiciones mucho más difíciles y extremas.


Habilidades Milenarias Perdidas:


Durante miles de años, las comunidades agrícolas supieron cómo mantenerse autosuficientes a través de sistemas mixtos de agricultura y ganadería que regeneraban la tierra.



Representación de asentamientos con sistemas de agroecología mixta en el Neolítico


Por ejemplo, en Abu Hureyra 2 (Siria, hace 12,000 años) y Çatalhöyük (Turquía, hace 9,500 años), sus habitantes cultivaban trigo y cebada mientras criaban cabras y ovejas. Estos sistemas no sólo aseguraban su alimentación, sino que también les permitían regenerar el suelo usando prácticas como el compostaje de desechos orgánicos. Estas civilizaciones prosperaron durante milenios sin agotar sus recursos, porque sabían manejar bien la tierra y sus ciclos naturales.


Hoy, hemos perdido muchas de estas habilidades. Con la industrialización y la globalización, nos hemos vuelto dependientes de sistemas de producción a gran escala, lo que ha creado una desconexión entre nosotros y la tierra. Sin embargo, los sistemas masivos de monocultivo y la cría intensiva de ganado son vulnerables a las disrupciones. Las sequías, inundaciones y cambios climáticos repentinos pueden devastar cosechas enteras, lo que genera fluctuaciones en los precios y problemas en la cadena de suministro.



El Desafío Actual:


El clima está cambiando a una velocidad que nuestros sistemas agrícolas modernos no están adaptados para manejar. Las sequías prolongadas secan los suelos, reducen las cosechas y afectan la cría de animales. Las aves de corral, por ejemplo, requieren grandes cantidades de agua, y las altas temperaturas pueden afectar su productividad y salud. Las abejas, esenciales para la polinización, también están en peligro debido a las condiciones extremas, lo que amenaza aún más la producción de alimentos.


Por otro lado, las inundaciones repentinas pueden arrasar campos enteros y erosionar los suelos, arruinando meses de trabajo. Este tipo de disrupciones climáticas extremas no solo encarecen los alimentos, sino que también desestabilizan a las comunidades que dependen de la producción a gran escala. Es evidente que necesitamos adoptar nuevas técnicas y adaptarnos rápidamente, pero también recuperar aquellas habilidades que permitieron a comunidades antiguas, como Abu Hureyra 2 y Çatalhöyük, prosperar durante siglos.


Reflexiones: Recuperando lo Perdido:


No podemos subestimar la magnitud del reto, pero tampoco podemos ignorar las soluciones que tenemos al alcance. La respuesta está en aprender e implementar estas técnicas en casa, adaptándonos a las condiciones actuales. Aunque enfrentamos sequías y cambios climáticos rápidos, podemos recuperar prácticas sostenibles que ayudaron a las comunidades antiguas a superar desafíos ambientales similares.


El uso de composta, tal como se hacía en esos antiguos asentamientos, es esencial para regenerar el suelo. Crear ciclos sostenibles de nutrientes en casa no solo mejora la calidad de nuestros suelos, sino que también reduce la dependencia de fertilizantes químicos que son cada vez más caros y dañinos para el medio ambiente.


La agricultura urbana, la cría de animales pequeños como gallinas o la meliponicultura (cría de abejas sin aguijón), son ejemplos de prácticas que podemos aplicar hoy para lograr una autosuficiencia alimentaria en nuestras propias casas.


El Problema del Agua y la Adaptación:


Uno de los mayores retos que enfrentamos es el uso eficiente del agua. Las sequías están poniendo una enorme presión sobre los sistemas de riego tradicionales, y necesitamos aprender a cultivar en casa cuidando cada gota de agua. Técnicas como el riego por goteo y el almacenamiento de agua de lluvia son esenciales para adaptarnos a estas nuevas condiciones climáticas. Además, es importante recordar que cada estación del año tiene sus propios desafíos; por ello, necesitamos tiempo para entender los ciclos y aprender a anticiparnos a los cambios.


No solo las plantas sufren con la falta de agua; los animales también lo hacen. Las gallinas necesitan un entorno adecuado, bien ventilado y protegido del calor extremo, y las abejas requieren fuentes de agua y alimento constantes para sobrevivir. Enfrentar estas condiciones extremas significa aprender a cuidar tanto de los cultivos como de los animales en ambientes controlados y sostenibles.


Acciones Concretas: De la Teoría a la Práctica:


Comenzar en casa es crucial. Pequeñas acciones pueden generar grandes cambios si las implementamos de manera inteligente y adaptada a nuestras condiciones. Aquí algunos pasos concretos para empezar:





1) Agricultura Urbana y Huertos Caseros: Empezar un huerto urbano es una excelente manera de retomar las prácticas agrícolas. Con la tecnología moderna, podemos cultivar en espacios reducidos utilizando macetas, jardines verticales, o incluso en interiores con iluminación LED de bajo consumo. La clave es diversificar los cultivos, como lo hacían en Çatalhöyük, para asegurar que siempre tengamos alimentos disponibles, sin depender de un solo tipo de planta.





2) Composta y Lombricomposta: La regeneración del suelo es esencial para la producción sostenible de alimentos. Crear una composta casera o una lombricomposta nos permite reutilizar nuestros residuos orgánicos para fertilizar nuestras plantas, imitando las prácticas de milenarias, donde el estiércol animal era vital para mantener la fertilidad del suelo.





3) Cría de Animales Pequeños: Aunque no todos podemos criar cabras o ganado en casa, la cría de gallinas para obtener huevos y usar sus desechos como abono es una opción viable y sostenible. Además, las gallinas son excelentes para reciclar restos de alimentos, cerrando el ciclo de nutrientes en el hogar.





4) Meliponicultura: La cría de abejas sin aguijón es una práctica que podemos adaptar fácilmente a la vida urbana. No solo obtenemos miel y propóleo, sino que contribuimos a la polinización de nuestros propios cultivos, ayudando a crear ecosistemas sostenibles y autosuficientes en casa.



El Rol de la Comunidad:


Todo este esfuerzo no puede hacerse de manera aislada. La clave está en la comunidad. Necesitamos crear redes de apoyo donde compartamos conocimientos, recursos y experiencias. Aprender a manejar los ciclos de cultivo y las estaciones lleva tiempo, y no podemos darnos el lujo de empezar tarde. Las crisis que ya están aquí exigen que actuemos de inmediato. Cada estación cuenta, y lo que sembremos ahora (literal y figurativamente) será lo que cosechemos en los próximos años.


Las comunidades no solo compartirán experiencias, sino también insumos y alimentos en momentos de crisis. Además, debemos ser conscientes de que los sistemas de producción y distribución tal como los conocemos no estarán siempre ahí. La autosuficiencia a nivel local es más inteligente que nunca. Debemos empezar ya.

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