La acuacultura casera requiere de una planificación detallada y una comprensión básica de la biología acuática. En casa, se pueden establecer dos tipos principales de sistemas: ornamentales, que suelen incluir peces como koi o goldfish junto con plantas acuáticas, y sistemas de producción, destinados a la crianza de especies comestibles como tilapias o, en sistemas más avanzados, atún. 

Ambos sistemas pueden ser tan simples como un pequeño estanque en el jardín o tan sofisticados como tanques de recirculación equipados con tecnología de filtración y oxigenación.

Al configurar cualquiera de estos sistemas, los elementos esenciales incluyen un suministro adecuado de agua, un sistema de filtración para mantener el agua limpia y libre de toxinas, y un mecanismo para oxigenar el agua, asegurando así la salud de los peces. Los sistemas ornamentales a menudo se centran en la estética y el equilibrio ecológico, mientras que los sistemas de producción están diseñados para maximizar el crecimiento y la cosecha de peces.

Los beneficios de la acuacultura en el hogar van más allá de la simple satisfacción de criar peces. Estos sistemas pueden proporcionar una fuente constante de alimentos frescos y, en el caso de los sistemas ornamentales, un punto focal de belleza natural que también puede servir como un relajante pasatiempo. Además, el agua enriquecida con nutrientes de los sistemas de acuacultura puede ser utilizada para el riego de plantas, creando un ciclo de vida cerrado que beneficia tanto a su jardín como al medio ambiente.