La composta al aire libre es un método pasivo que aprovecha el proceso natural de descomposición aeróbica para convertir residuos orgánicos en abono sin necesidad de contenedores. Al estar expuesta al aire libre, la pila se beneficia de una ventilación natural que facilita el proceso aeróbico, en el cual los microorganismos descomponen la materia en presencia de oxígeno.

A diferencia de la composta caliente, la composta al aire libre se maneja menos intensivamente y no requiere mantener una temperatura específica, lo que la hace menos laboriosa pero también más lenta. Puede tomar varios meses hasta un año para producir composta lista para usar.

Los beneficios de este método incluyen la facilidad de montaje y mantenimiento, y es ideal para jardines grandes donde hay espacio suficiente para dejar la composta descomponiéndose sin interferir con las actividades diarias. Sin embargo, al ser un proceso más lento y menos controlado, puede atraer a animales y no es tan eficaz en el desglose de materiales duros o en la eliminación de semillas de malas hierbas y patógenos como lo es la composta caliente.