Aislantes naturales son materiales utilizados para reducir la transferencia de calor y sonido en las edificaciones, provenientes de fuentes renovables o recicladas. Algunos ejemplos incluyen la lana de oveja, el corcho, la fibra de coco, y el cáñamo. Estos materiales son una alternativa ecológica a los aislantes sintéticos, ofreciendo beneficios tanto para el medio ambiente como para la salud de los ocupantes.

La lana de oveja es excelente para regular la humedad y proporcionar aislamiento térmico efectivo. El corcho, derivado de la corteza del alcornoque, es un aislante ligero, duradero y resistente a la humedad y plagas. La fibra de coco, obtenida de la cáscara del coco, es biodegradable, mientras que el cáñamo, cultivado por sus fibras fuertes y flexibles, proporciona buen aislamiento térmico y acústico.

Utilizar aislantes naturales en la construcción de viviendas contribuye a crear espacios más confortables y eficientes energéticamente. Estos materiales no solo mejoran el rendimiento térmico y acústico de las edificaciones, sino que también reducen la dependencia de recursos no renovables y minimizan el impacto ambiental.